Esclavo del Eros

Te aseguro que lo primero que llamó tu atención del artículo fue la imagen sensual de la mujer, pero no te sientas mal, si fuiste de aquellos que desvió su mirada hacia la hermosa mujer, en lugar de las autopartes que vende la Expo, te tengo buenas noticias: ¡funcionas perfectamente!

Estamos en un mundo apaleado por el consumismo, en donde el común denominador para conseguir compradores potenciales, se basa en gran medida, en estimular el placer y la satisfacción a través del sistema sensorial de las personas.

No hay fórmula más efectiva, que la de presentarle a la persona “algo de por sí funcional y deleitable a la vista” aunque ese “algo” no contenga en su esencia tal valor.

Captar la atención de la persona es la prioridad del asunto. Esto se logra con la vista, el deleite visual es esencial para generar en la persona una sensación gratificante y placentera.

Y en este punto es donde me voy a detener a reflexionar.

Para nadie es desconocida esta frase, pero ¿Realmente se podría considerar como verdadera?

Si volvemos a la imagen primera, muchos de los hombres pensarían en su interior: ¡Ya siento que la amo! ¡Yo si me caso con ella! ¡A ella si le doy mis quincenas completas! Etc.

Este tipo de pensamientos son los que nacen (algunos inconscientemente) del corazón humano. Un corazón que está ávido del reconocimiento social y del amor humano. El consumismo no es otra cosa pues, que “Crear satisfacción en las personas introduciendo nuevas necesidades” y por ende “Promover el amor líquido, úsese y tírese”

Pero toda esta ficticia forma de pensar, no es exclusiva de los hombres, ya que en las mujeres también influye (aunque de diferente forma)

En la mujer, su pensar sería: ¡Si tuviera ese cuerpo, podría alcanzar un mejor puesto en el trabajo! ¡Sería valorada y respetada por todos! !Si fuera así de bonita mi marido no me sería infiel! Etc.

El hedonismo se vuelve más intenso en la actualidad , y cada vez es más aceptado. Queriendo o no, la persona humana se está volviendo Esclavo del Eros.

Así es como trabaja la atmósfera mediática de la televisión, cine, medios impresos y el internet, vender su producto a través del deleite sensorial.

La vista, es el sentido más atacado en este mercado. Y es que no habría clientes potenciales si en nosotros no existiera la inclinación egoísta al placer sexual.

La enorme industria mercantil ha dado en el blanco, anteponiendo al sexo como su anzuelo predilecto.

Y es tanto el bombardeo erótico en sus promocionales que no se necesita ser un experto en ventas como para generar originales propuestas rentables. ¡El sexo es un negocio redondo!

Y este no tendría tanto éxito, si nosotros no estuviéramos hambrientos del apetito sexual.

¿Qué hacer al respecto? Los contenidos de los que nos llenamos a diario son el reflejo de nuestra autenticidad. No podemos engañarnos a nosotros mismos, si vamos por el mundo con el ojo suelto llenándonos de estímulos sensuales que se nos presentan (pornografía, table dance, programas televisivos con alto contenido sexual, etc) nos hacemos más propensos al abuso y acoso sexual.

Pero si en cambio los contenidos de los que nos llenamos son de carácter y valor estético, intelectual, moral y, espiritual. Llenamos nuestro corazón de amor y lo revestimos de una coraza infalible que es la donación al amar.

Para conseguir esto sólo se necesita autodominio y plena cerrazón al egoísmo consiguiendo por añadidura, no mirar a la mujer como objeto sexual sino más bien como una persona digna de ser respetada y amada.

Educar la mirada es el camino para los contenidos saludables, educar la mirada es la base autosustentable del amor esponsal, educar la mirada es la respuesta fiel a un mundo Esclavo del Eros.

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